Asesoramiento legal Italia, detención por narcotráfico

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Si usted ha sido detenido por narcotráfico, o entienda que en algún momento próximo podría ser arrestado por esa causa, nunca tome decisiones ni realice acciones sin un correcto asesoramiento legal previo. No se deje conducir por una consejería no especializada en la materia.

Muchas son las personas que están prestas a sugerir qué decir, cómo actuar, qué conducta asumir, en situaciones de detenciones por narcotráfico, sobre todo personas que han pasado antes por experiencias semejantes, y basan sus consejos en que ellos salieron airosos en su momento, haciendo esto o aquello.

Las experiencias de personas que hayan enfrentado procesos por narcotráfico no tienen que necesariamente surtir el efecto de una receta hecha a la medida para el caso de otro.

Cuando de conflictos con la Ley se trata, máxime cuando están las drogas de por medio, la única actitud sensata es procurarse un asesoramiento legal apropiado, brindado por un abogado experimentado en detenciones por narcotráfico.

Solo un abogado especializado está en capacidad de, luego de revisar su caso, asesorarlo y guiarlo en la dirección correcta.

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Resulta muy conveniente ser asesorado por un abogado que esté consciente de aquellas conductas que disminuyen la calidad del servicio de un profesional del derecho. Prefiera siempre oficinas de abogados que tengan por práctica la constante superación de sus integrantes, tarea en la que es muy provechoso nutrirse de los errores cometidos en ese sentido, para aprender de la experiencia.

DEFICIENCIAS QUE SUELEN EMPAÑAR LA ASESORÍA LEGAL PARA DETENIDOS POR NARCOTRÁFICO.

Estudios realizados sobre el desempeño profesional de los abogados que atienden casos de detenidos por narcotráfico, canalizado especialmente hacia las deficiencias que más frecuentemente producen insatisfacción en los receptores de este tipo de servicio jurídico, han detectado una serie de elementos que empañan la praxis de estos profesionales. A partir de estos estudios, los abogados de este medio, tanto independientes como adscritos a bufetes, estudios jurídicos u oficinas, encuentran herramientas muy útiles para evitar las conductas aquí referidas:

- Obviar la entrevista previa con el defendido antes comenzar a tomar providencias. Muchos abogados, confiados tal vez en la destreza con que muchos años de experiencia los dota, se sienten preparados para actuar a partir de la revisión del expediente del caso. Sin embargo, la práctica ha demostrado que la entrevista con su cliente, máxime en los casos en que se trata de un individuo con quien no ha trabajado nunca, por lo que sus circunstancias personales y de vida le son absolutamente desconocidas, es sumamente importante. Es el medio por el que el abogado completa el cuadro del caso que tiene entre manos. Incluso, cuando se trata de personas que tienen contratos permanentes o indefinidos con un abogado, o equipo de abogados, de modo que tal jurista domina todos los detalles de su cliente desde el punto de vista legal, ante una detención por narcotráfico sostener una entrevista con este cliente habitual es esencial, puesto que las circunstancias en que ocurrió la detención así como los extremos relativos a su relación con las drogas incautadas tiene que ser precisado entre abogado y representado de inmediato. Tomar acciones obviando esta primera y tan importante entrevista después de la detención conduce muchas veces a la precipitación.
- No estar a disposición del detenido cada vez que este precise de su abogado. Esta deficiencia está condicionada mayormente por el exceso de trabajo que aqueja a muchos abogados penalistas. No es inusual que los abogados que atienden casos de narcotráfico se vean con un exceso de casos en las manos, debiendo ocuparse de un volumen que va más allá de toda capacidad humana y profesional. Desde la perspectiva del detenido, el servicio es deficiente si precisa de su abogado y este no puede personarse. Para el abogado que se encuentra en este estado de congestión, una solución es personarse solo en aquellas ocasiones en que su presencia es obligatoria, puesto que de lo contrario se obstaculiza la práctica de alguna diligencia. Sin embargo, hay que tener presente que para el detenido constituye siempre una ventaja, una alivio, un apoyo, tener a su abogado consigo cuando lo precise, aunque no sea un requisito de obligatorio cumplimiento, y, sobre todo, un poderoso indicador de la calidad del servicio prestado.
- No ser profuso en explicaciones. El detenido necesita imperiosamente disponer de información, tener claridad absoluta del alcance legal de su caso, cosas que solo su abogado está en posición de brindarle. Ser parco, escueto en las explicaciones que su defendido demanda, causa el efecto de la insatisfacción con el servicio.
- Uso de fórmulas preconcebidas. Los procesos penales por narcotráfico no son casos para aplicar fórmulas ni esquemas, ni siquiera cuando estratégicamente aquellas fueron útiles en otros casos similares. Los modos en que se dan los casos por narcotráfico, las circunstancias en que se producen las detenciones por drogas, son tan variadas como la vida misma. Por lo tanto, la asesoría en cada caso particular debe ser ajustada a las peculiaridades propias de cada uno.
- Concentrarse en ganar el proceso, o salir lo mejor posible, y descuidar la atención del cliente en su condición de detenido. El rigor con que técnicamente debe ser asumido un caso de narcotráfico suele absorber la mente y el tiempo del abogado, sin embargo, este no puede desatender bajo ningún concepto la defensa de los derechos individuales de su representado, los que se encuentran especialmente vulnerables debido a la retención de su libertad.

Concluyendo: Saber qué hacer es muy importante, pero saber qué NO hacer, también lo es.