Abogado defensor, homicidios y asesinatos

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La mejor manera de facilitar la decisión a la hora de elegir un abogado para ser defendido en casos de homicidios y asesinatos, es conocer sobre el trabajo de los abogados defensores, disponer de información sobre la forma en que un buen abogado encauza la defensa, cómo elige hacia qué dirección se concentran sus esfuerzos para conseguir el mejor resultado posible al final del proceso.

Es por eso que aquí, cuando le estamos refiriendo a un magnífico abogado penalista para casos de homicidios y asesinatos, le brindamos, de forma concisa y asequible, una panorámica informativa de la faena de la defensa en estas clases de delitos.

NIVEL DE CONOCIMIENTOS DEL ABOGADO DEFENSOR.

La primera aptitud que caracteriza a un abogado idóneo para casos de homicidios y asesinatos es un profundo dominio de los aspectos de la Teoría del Delito inherentes a estas figuras delictivas. Veamos un poco de esto:

Ambas figuras hacen referencia a un actuar del sujeto activo, o agente comisor, que tiene como resultado suprimir la vida a una persona.

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Abundan más las legislaciones penales que tipifican estos delitos por separado, aunque otras recogen solamente el homicidio, y las muertes producidas con las características de un asesinato se califican como un tipo de homicidio agravado.

En cualquiera de los casos, siempre los legisladores mantienen la observancia de la diferenciación básica entre ambas figuras, de manera que el asesinato, con cualquier nombre con que se le denomine, viene a ser el acto de matar a otro concurriendo alguna de las siguientes circunstancias: Premeditación, ensañamiento o alevosía. Es importante destacar que no se precisan las tres, sino que basta que se aprecie una de ellas para que la calificación pase de homicidio a asesinato.

La concurrencia de las mencionadas circunstancias, como requisito para que se configure el asesinato, implica que en dicho delito no sea posible hablar de términos como delito culposo (no intencional), imprudencia, negligencia, o error. El asesinato es un delito absolutamente doloso, tan grave en sí mismo, que no es necesario que cuente con figuras agravadas, y solo se incrementa su grado de punibilidad por la continuidad (asesinos seriales). De sus características también se desprende que

En algunas legislaciones, la identidad del sujeto pasivo o víctima incide en que el acto de matar a esa persona califique como asesinato instantáneamente, sin necesidad de que concurran la premeditación, el ensañamiento, ni la alevosía. Por ejemplo, matar a un pariente, como podría ser el parricidio (padre), matricidio (madre), fratricidio (hermano), o filicidio (hijo), todos comprendidos dentro del primer y segundo grado de consanguinidad.

Algunos ordenamiento han incluido una modalidad especial de asesinato, igualmente sin la concomitancia de las mencionadas circunstancias tipificadoras, para la madre que inmediatamente después del parto, o en las primeras horas posteriores, mate al hijo nacido vivo para ocultar la concepción del mismo y deshacerse de él.

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El homicidio, en cambio, como su construcción penal es tan básica, tan elemental y tan amplia, (el que mate a otro, el que deje sin vida a otro, el que quite la vida a una persona, el que provoque la muerte de una persona, etc), puede ser cometido bajo disímiles circunstancias, y es compatible con causales para la exoneración, o atenuantes de las responsabilidad penal.

Algunas legislaciones incorporan clasificaciones para el homicidio, como el homicidio doloso (intencional), homicidio culposo (involuntario, negligente), homicidio preterintencional (cuando se supera la intención primaria, es decir, hay intención de dañar solamente pero el resultado termina siendo la muerte). Cada una de dichas clasificaciones supone distintos grados de severidad de las penas aplicables.

DIRECCIONES EN LAS QUE PUEDE ENCAUZARSE LA DEFENSA

Es importante que la defensa haga una sabia elección en la adopción de una actitud desde el inicio, la cual pueda ser mantenida, toda vez que los cambios de postura durante el proceso atentan contra las posibilidades de éxito, ralentiza el trabajo, y socaba la credibilidad.

Veamos ahora, algunas de las posiciones defensivas más comúnmente implementadas, aunque siempre la determinación de la postura debe ser adecuada al caso concreto.